martes, marzo 30, 2010

"Yo tampoco creo en los curas" -Una entrevista en Crónicas de un Pueblo-

Nació en Valdelacalzada. Con diez años se marchó al Seminario y repitió dos cursos, por ser muy pequeño para el nivel académico que llevaba. Tras terminar los tres años de Filosofía y cuatro de Teología de los estudios religiosos, con 24 años sale del Seminario y es ordenado sacerdote un año después (7 de septiembre de 1985) en la iglesia parroquial Nuestra Señora de la Candelaria de Zafra, por el obispo don Antonio Montero Moreno. Su primer destino: la iglesia de San Pedro de Montijo. Luego las parroquias de Pueblonuevo del Guadiana y Puebla de Obando. Vuelve a Montijo en el año 2006 estando adscrito a la parroquia de San Gregorio Ostiense.

Ha realizado un curso de periodismo digital en la Universidad Gregoriana de Roma. En la actualidad es el Director de Internet y del Departamento de Publicaciones de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz. Webmaster y mantenedor de una buena cantidad de lugares en Internet. Es colaborador del Grupo de Comunicación Radio Montijo (Punto Radio Montijo y Crónicas de un Pueblo). Asimismo colabora en COPE Badajoz, Iglesia en Camino, Popular TV y algunos medios digitales. Desde comienzos del año 2009 comparte las tareas de capellán del convento de religiosas Clarisas de Montijo.

M.G.Cienfuegos.

Veinticinco años de sacerdocio dan para contar muchas cosas ¿Con qué momento de los vividos te quedas?

No sabría …

¿Cuándo descubriste que tenías fe?

Pues no me acuerdo. No sé reconocerme sin fe.

¿Por qué unas personas tienen fe y otras no?

Porque cuando vives desde la fe, lo vives como un regalo. Si no vives desde ella, no se entiende. Además, la fe no se tiene, se vive, aunque sea de manera muy imperfecta. Es un regalo. Te lo ofrecen y lo aceptas o no. No hay otro secreto.

Sin embargo ¿hay quienes quieren creer y no pueden?

Sí, pero porque no han descubierto la fe como un regalo y sí como un esfuerzo … Es como querer forzar que te hagan un regalo … queda feo, es mejor esperarlo, así es mucho más bonito, ¿no? Eso sí, hay que estar abierto a la sorpresa de Dios, al que po cierto le encanta darlas.

¿Qué te dijeron tus padres cuando decidiste marchar al Seminario?

Ufff… en principio no les gustó, les habían dicho que qué buen médico iban a tener … y no soporto la sangre. No recuerdo muchas reacciones, la verdad.

¿Qué consejo le darías a un chico que quiere ser cura?

Que intente ser feliz, siempre.

Valdelacalzada es un pueblo que ha dado varios sacerdotes ¿La causa?

Pues es raro, pero es verdad, el año próximo celebrará las bodas de plata otro compañero, Valeriano y se ordena, creo que el octavo o noveno cura, natural de Valdelacalzada. Es una cosa rara … porque yo nunca he encontrado una causa. Ni creo que la haya. O a lo mejor sí la hay, pero yo no la he descubierto.

¿Cómo es la vida de un cura?

Normal. Se trabaja mucho más de lo que se cree, en un montón de cosas. Es complicado, porque cada uno tiene campos diferentes, además de los comunes.

¿De quién ha de estar la Iglesia más próxima: de los pobres o de los ricos?

Hombre… Hay muchos pobres que son ricos… Desde luego con los más pobres, siempre. Pero la riqueza y la pobreza son términos muy usados y difíciles de entender.

¿No has pensado irte a misiones?

Sí. Siempre pensé estar unos años. Ten en cuenta que los dos curas mas conocidos y apreciados de mi pueblo, eran misioneros. Pero las circunstancias lo cambiaron todo. Creo que ha sido bueno que no me fuera, fíjate.

Castidad, obediencia, pobreza, celibato ¿Difícil o se superan fácilmente?

Nosotros solo obediencia (pastoral) y celibato (no casarnos). Castidad, Pobreza y Obediencia (personal) es de los religiosos. Todo es difícil, que se lo pregunten si no a padres y madres de familia, esposos y esposas. Fácil no hay nada, pero para todo hay que valer. Probablemente, valgo para esto.

¿Estás de acuerdo que los curas se casen y que haya mujeres ejerciendo el sacerdocio?

El celibato es un carisma, debería ser opcional y creo que es cuestión de tiempo que deje de ser ley. Y lo de la mujer normalizarse. Pero la Iglesia es sabia. Llegará.

¿La crisis en la qué vivimos dimana de una crisis de valores?

También. Pero esta crisis es la crisis de una Europa envejecida, y empeñada en tomar como propios unos valores o antivalores que no le pertenecen. Es como si en Montijo intentaran poner los semáforos y las rotondas que tiene Nueva York… Eso le pasa a Europa. Esa es la crisis.

¿Qué consejos le darías a un político?

Hay una frase del Evangelio que no cito por prudencia y que tiene que ver con unos animalitos muy ricos; así que nada.

¿Tiene la Iglesia perdida su capacidad de comunicación?

No. Pero muy capada, sí. Al menos en el mundo que nos toca vivir. Los únicos a los que se escucha son a los obispos, y normalmente en resúmenes de prensa mal hechos por gente que no tiene mucha idea de lo que han hablado. Encima la mayoría de cristianos somos muy silenciosos, por desgracia.

¿Y la intercomunicación?

Es un problema histórico, en el que todo se ha dado por supuesto, y la verdad es que todo ha cambiado, sin que la Iglesia, ni como institución ni como comunidad se haya puesto las pilas. Esperemos que lo digital le dé un nuevo impulso que para eso estamos trabajando.

¿No piensas que de puertas hacia fuera se ve a la Iglesia de distinta manera?

Claro. El que está dentro vive una experiencia de comunidad que aunque limitada, sabe que es cierta. Poder decir, “estos si lo paso mal, me ayudan, son mi familia”… da seguridad aunque sea material. Es una de esas cosas que reafirman, animan, alegran… Es una experiencia vital. Naturalmente, quién lo ve desde fuera, no sabe lo que se pierde.

¿La iglesia de Roma es la misma que la de África?

La iglesia es una comunidad y en Roma las he visto muy buenas, como me imagino que en cualquier sitio. De todas maneras cualquier institución humana tiene sus contras. La Iglesia está llena de Santos, pero también de pecadores, y al mismo tiempo.

¿Cuál es el mensaje de la Iglesia?

Solo Jesús y su Buena Noticia. Lo demás sobra, no le pertenece.

Aborto, eutanasia, matrimonio entre homosexuales, eliminación de los crucifijos en los colegios ¿Se siente atacada la Iglesia en España?

Yo creo que cualquiera que quiera vivir el Evangelio, sabe que en cualquier circunstancia tiene que ir contracorriente. Hace cuarenta o cincuenta años, la justicia social o la libertad eran la denuncia más evidente, ahora son otras.

¿Por qué las aulas de la catequesis están llenas y los templos están cada vez más vacíos? ¿Qué está fallando?

Creo que está claro. Falla la vivencia de la fe. Fíjate, se hacen comuniones laicas, solo por la fiesta. Habría que purificar un poco todo, quitar cosas, sin miedos. De todas maneras, no se trata de llenar templos sino de vivir una experiencia de fe, y si son con pocos, no pasa nada. Esto lo empezaron doce que apenas sabían leer.

¿El ser capellán del convento de las Clarisas de Montijo posibilita comprender aún mejor la vida contemplativa?

La verdad es que es como todo. Tengo alguna implicación más, pero cuando termino de celebrar la Eucaristía por la mañana, me queda meterme de lleno en un mundo, donde la realidad material me manda. No tengo ningún problema para comprenderla y gustarme … aunque no para mí. A veces pienso que sería bueno desengancharse y entrar y quedarme … pero no me dura mucho, la verdad.

¿Se entiende la vida contemplativa para la sociedad actual?

No. Pero hay cosas raras, porque se está dando un fenómeno curioso en Lerma y otros conventos de espiritualidad franciscana que están siendo muy comentados, y que significa una vuelta a los conventos de clausura. Algo se está moviendo en lo contemplativo.

¿Qué te sugiere esto ‘Creer en Dios, vale. En los curas, cuesta’?

Yo tampoco creo en los curas. Somos pobres hombres con los defectos de cualquiera, aunque tengamos buena voluntad, pero a veces, eso no basta. El único seguro es Dios. Nosotros solo somos instrumentos muy imperfectos para que los hombres puedan llegar a Dios y a veces, lo que hacemos es taparlo. Se nos puede querer, como a cualquiera, pero para creer, en Dios.

¿Y esta otra ‘La religión está en el corazón no en las rodillas’?

Yo prefiero no hablar de religión. Mejor de ser cristiano; y eso es para todo, carne, cuerpo, espíritu. Desde la punta del pelo, hasta las uñas de los pies, pensando o sintiendo, rezando o de fiesta.

¿Es cierto que hay gente que lava su imagen acudiendo a los templos?

Jajajajaja… ahora creo que es al contrario, ¿Sabes? A algunos les gustaría ir, pero “no vaya a ser que…” no van. Eso es muy antiguo, hombre…

¿La ciencia y la religión llegarán a un entendimiento?

La razón y la fe, no tienen ningún impedimento para entenderse. Nada hay más racional que el mensaje cristiano y desde luego no aboga por negar las ideas. Todo lo contrario. Jesús decía: “sed perfectos” Pensad, buscad, “la verdad os hará libres”.

Yo no he visto jamás nada que sea contradictorio, desde el Big Bang hasta la teoría de la evolución. Pero para eso, la fe debe ser adulta y sobre todo ser conocida y vivida. Los más grandes científicos, describen experiencias espirituales casi místicas. Además, creer algunas de las teorías, y digo teorías, porque certezas en ciencia hay pocas, es más difícil de creer que el misterio de la Trinidad. No creo que haya contradicciones en una ciencia racional y razonable y una fe, perfectamente razonable.

¿Está el hombre abocado hacia la religión?

Lo religioso dicen que está en la configuración cromosómica del ser humano. Es más, en países que intentaron desterrar lo religioso, al final, tuvieron que inventar ritos, mitos, incluso una especie de sacerdotes… El ser humano es así. De todas maneras, yo no pretendo ser religioso, que es una faceta humana más, sino cristiano que abarca a todo el hombre; que es otra cosa, vamos, aunque no contradictoria.

Cuando llegue el 7 de septiembre, víspera por cierto de la Feria y Fiestas Patronales de Montijo ¿Cómo tienes pensado celebrarlo?

El 7 de septiembre en adelante lo tengo comprometido … jajajajaja … espero poder celebrarlo en montijo un poco antes o un poco después. El 7 y la feria en Montijo, son para la Virgen de Barbaño.

PERFIL

Nombre: Casimiro Muñoz Murillo

Edad: 50

Nacimiento: Valdelacalzada

Profesión: Cura, con diferentes adjetivos más

Residencia: Montijo

Estado civil: Soltero

Un lugar para vivir: Extremadura o el País Vasco

Un lugar para perderse: La costa entre San Sebastián y Guetaria

Una compañía: Cualquier amigo me viene bien. La soledad tampoco está mal

Una lectura: La Biblia. También Quevedo, León Felipe o Tolkien. Leo de todo

Una música: Todas. Por citar las que más suenan en casa: Migueli, Mecano y Kraftwerk

Un hobby: Ufff… estoy pensando en aprender mecánica de motos, jajajaja

Un sueño: Soy muy clásico: justicia, pero no de la vindicativa.

sábado, marzo 27, 2010

LO QUE VALE LA VIDA

Una de las pecualiaridades del ser humano es desde luego, su capacidad para creer en sí mismo, hasta el punto de haber sido capaz de negar la probabilidad de su acabamiento. De tal manera esto es así, que incluso en algún tiempo se quería pensar que con los avances científicos y técnicos, el hombre llegaría a la inmortalidad. Y no es broma, eso se ha podido leer en libros decimonónicos ante el avance que creyeron imparable del progreso humano. La realidad lo desmiente todo, sobre todo cuando se trata de espectativas humanas. Aceptar la temporalidad, el acabamiento, la limitación, la muerte, debería ser una de las más sabias voluntades humanas, un acatamiento natural de todo esto, una decisión madura y encaminada a algo más que a aquel “estar tranquilamente instalado en la finitud”, que al final supimos no era tan tranquilo ni finito, sino mucho más ansioso de la infinitud.

Está visto, además que en contadas ocasiones somos capaces de sentirnos protagonistas de nuestra propia vida, sino que la mayoría de las veces, nos vemos llevados por el río de la vida hacía no se sabe dónde. Bueno, sí sabemos dónde, pero no a dónde nosotros queremos. Es otra de esas frustraciones tan poco soñadas que se terminarán cumpliendo. En definitiva, todo este rollo de arriba quiere decir que aunque no queramos, valemos más bien poca cosa, que la vida es una m… y que nos queda poco en la recámara para poder sacar pecho. Es decepcionante esperar algo de nosotros mismos.

Dicho esto, ¿qué cosa queda por hacer? Pues mucho. Ya decía Jesús en el Evangelio, que un solo vaso de agua no quedará sin recompensa. Nos queda la bondad, nos queda el perdón, nos queda la solicitud por el otro, nos queda dar a cada hombre su parte de este mundo, nos queda el cuidado de los hombres y las cosas … Solo eso justifican los días de un hombre. Porque creer que tener mucho va a solucionarnos algo, es estar “como una cabra” y terminar valiendo poca cosa una vida. Que “la vida no vale nada” si no es para darla, que cantaba Pablo Milanés.

No es que yo me anime a mi mismo más de esta manera, haciendo positivo, lo que es solo un negativo que nunca se va a revelar (si alguien se acuerda todavía de los negativos fotográficos). No. Es la segunda parte de un ejercicio de inteligencia. Nuestra vida se nos va, se nos escapa, como “agua entre los dedos” y apenas tendremos tiempo de hacer algo … Así que démonos prisa en vivir nuestros días desde la generosidad, porque solo eso podrá hacernos darles valor. Por cierto, les animo a que comiencen por ceder parte de los impuestos que le pagamos al Estado, a la Iglesia y a otros fines sociales en la Declaración de la Renta, que si no, se lo gastará, seguro, en algo que no le gustará a usted, así que señale las dos casillas. Ya es hacer algo y darle sentido, en este caso al dinero.

En fin, que si usted no hace todo por una razón de justicia, su vida no vale nada. Se creerá usted que vive muy bien, pero su vida no pasa de ser una m… Solo lo dejará de ser si la convierte en un ejercicio de generosidad. ¿Que soy un iluso? Bueno, y qué. Pero mis días tendrán sentido.

martes, marzo 23, 2010

DIONI

Cuando llegamos al Seminario, Dioni y yo, éramos de los más pequeños de estatura, así que junto a Félix, Feliciano, Juan Ramón, él, yo, … casi siempre caíamos juntos, los primeros. Lo de pequeño de estatura no quería decir nada, porque en un sitio como aquel, sin la protección de los padres, sin la compañía de la familia, hay que hacerse fuerte, porque si no, además, la “morriña” nos podía. Nos hicimos fuertes, cada uno en alguna cosa tenía que ser lo suficientemente fuerte. Así que o era en el deporte (menuda zurda tenía), en el ping-pong, en los estudios … en lo que sea, tenías que hacerte fuerte, para que no te pudiese el ambiente duro de todos contra todos (ya se sabe que los niños son muy crueles). Y aguantamos bien. Muy bien, diría yo.

Con el paso del tiempo, y en razón de que casi siempre la M de mi apellido caía en la segunda parte de la lista, donde estaba la R del suyo, siempre en la misma clase. Siempre los mismos compañeros, más o menos y siempre con la misma manera de pasar el tiempo, hasta que nos hicimos “del Mayor”.

La liberación que para nosotros con 17 años supuso el pasar al Seminario Mayor y administrar nuestra vida allí en todos los sentidos, hizo que pasásemos por una de aquellas fases de “laissez faire, laissez passer” de increibles resultados, porque nadie podría imaginar que nos hiciésemos tan notablemente noctámbulos, juerguistas, vagos … o era la edad. Al final, con una bendita locura nos dejaron administrar y conseguir dominar nuestros días por nuestra cuenta. Y es cosa de agradecer. Creo que al libertad es causa y motivo de llegar a la responsabilidad (con algunas amonestaciones, la verdad sea dicha).

Y cuando llegó el momento de decidir ordenarnos diáconos … Nos quedamos los dos solos, porque todos escogieron fechas menos nosotros, que no lo teníamos tan claro, o sí, pero de aquella manera y con aquellos tiempos, no. Fuimos los últimos en firmar la promesa del celibato, yo un año después y lejos ya del Seminario. Mili para uno y trabajo lejos de casa para mi.

Otro año de diferencia, hasta que la voluntad de Don Antonio Montero (espero también que del Espíritu Santo), nos vuelve a juntar, esta vez en Montijo, ya para trabajar como curas y seguir como habíamos comenzado trece años antes, a reirnos de nosotros mismos, mejor que llorar si las cosas se ponían feas. Cuatro años geniales en Montijo. Siempre he dicho que mi comienzo de trabajo de cura, tuvo la gran genial coincidencia de tener a Dioni, Antonio Fuentes, Emilio Rodríguez, Pedro Gragera … Mejor compañía no hubiese logrado tenerme al menos parcialmente, contento conmigo mismo y con lo que un día comencé. Han sido tantas cosas desde pequeños.

Luego vino su familia, su mujer, sus hijos. La alegría de ver que a pesar de tantos años, recordábamos todo con el mismo genial buen humor de siempre. El año pasado nos reuniamos más de una veintena de antiguos compañeros tras 25 años y aunque las canas y las calvas eran lo habitual, el cariño, la admiración, la capacidad de siempre sonreir, de recordar con cariño, no se nos había ido. Tan orgulloso estoy de pertenecer a estos mis hermanos … Bueno, se me ha ido uno, pero es junto al Padre. Hasta siempre y hasta pronto hermano Dioni, que diría Losada.