Si uno se pone a mirar las hemerotecas de hace cuarenta años, especialmente las de medios más adeptos al régimen anterior, se puede comprobar cómo muchos de los que ahora reclaman (bueno ellos no, sus dirigentes) la memoria histórica, relumbraban cara al sol con la camisa azul (y su canesú). Hay algunas especialmente memorable, como aquella de cierto director de cierto medio de este “país” que dicen antes se llamaba España, que fue el último encargado de la censura oficial y que ahora, en virtud de su misión profética como gurú de la izquierda redentora, apalea moralmente a la derecha, por no querer dicha revisión de la historia, llamada memoria.
No se puede tener memoria histórica, se tiene memoria y punto. Si se le pone el calificativo de histórica, ya vamos por mal camino, porque pretenderemos hacer historia con el recuerdo y eso no es legal hablando intelectualmente; no podemos ser selectivos porque haremos una composición mentirosa.
Por eso, el concepto de memoria histórica, no sirve. Además los revisionismos, que es a lo que se quieren referir cuando hablamos de memoria histórica, ofrecen muchas dudas de idoneidad de pensamiento. Es más, se convierten casi siempre, en pura media mentira, o media verdad, que dicen que es la mayor de las mentiras.
He visto documentos de las Vegas Bajas, de Montijo, con fotos parecidas a estas que planteo, con aquel ceniciento colorido, filtro de los días pasados. Me parece que la memoria histórica, si se hace convenientemente, es decir, si dejamos la pamplina de la “histórica”, nos daría mucho divertimento. Imagínense ustedes lo que puede esperarse, si podemos encontrarnos a muchos con “porte” del fascio, con su camisita azul (y su canesú), su yugo y sus flechas, su brazo levantado en armonía joseantoniana … Incluso me imagino su nivel de notas en aquella famosa Formación del Espíritu Nacional (para quién no tenga memoria, era algo así a lo que ahora quieren llamar Educación para la Ciudadanía, o sea, catecismo laico), pura doctrina de los fueros, sindicalismo vertical, doctrina seudocatólica, filtro de documentos …¿Se imaginan lo que nos podemos encontrar si sacamos todo aquello? ¿Se imaginan de donde podrían venir muchos recursos actuales? Me refiero a dineros y posesiones. A ver si alguien se atreve algún día a revisar con fotos, la “ominosa” (que diría un filocomunista de los 70) en el atrio de San Pedro de Montijo. He visto algunas y no tienen desperdicio.
Como la revisión histórica dará mucho que hablar, les evito la revisión de la mía, casi “historieta”, porque mi maestro don José, aparte de un fenómeno como enseñante, pasaba como buen liberal (de aquellos condenados por varios papas) de historias políticas y clericales; jamás nos enseñó nada de canciones (cantaba muy mal) y siempre nos dejaba en la puerta de la iglesia cuando era obligatorio entrar (para nosotros, que él no recuerdo que pasara nunca). Lo de mi familia …, estuvieron en el lugar equivocado en el momento peor y gracias a ello, yo estoy en el mundo.
Pero a mí no me interesa lo que pasó. Ni siquiera por pedir cuentas, porque soy el resultado de aquello.
Vamos a dejarnos de zarandajas y a invertir en futuro. Gracias a Dios, hemos dejado las revisiones, pasemos al futuro. Y si alguien quiere revisar, sería interesante que cada uno mirara su pasado familiar, no sea que aún le queden restos de trapos azules, de yugos y flechas, de carnés amarillentos con sellos en relieve en algún rincón del armario de su historia. Modernidades apartes, lo que se mama dicen que nunca se olvida.
TAREAS DOMÉSTICAS
Hace 1 semana