Hace unos días el inefable diario “Público”, publicaba en portada una información que decía “con la crisis, Marx se ha puesto de moda”. Caso de que fuese verdad, que lo dudo, sería una demencia, porque el bache crítico actual, nada tiene que ver con las condiciones a las que pretendió responder Don Carlos. Yo sí he leído “El Capital” (mi profesor de Hª de la Filosofía tenía tendencia a que aprendiéramos de verdad), y la verdad, quién hoy pueda leer el libro maestro de los marxistas, lo hace en un chalet de más de 300.000 €, y dudo que entienda que el beneficio empresarial pase a llamarse “plusvalía” ocasionada por el trabajo del obrero, cuando lo que tenemos no es eso, sino mera especulación.
Hace poco, le contaba a un chico con ínfulas libertarias que tenía un par de libros sobre Buenaventura Durruti por si quería aprender, y me contestó que a “esa” no la había leído nunca. Los anarquistas también han perdido referencias por lo que se ve, si acaso nombran a Bakunin con cierta prosapia y poquísima idea, y desde luego, el anarquismo hispano les queda muy lejos en cultura, profundidad e inquietud intelectual.
No es menos inquietante lo que ocurre al otro lado (aunque los extremos se tocan) del pretendido arco político, y José Antonio se ha quedado en mera percha de donde colgar la tela azul, y se olvidan de la feliz idea de la “dignidad humana en el respeto de la integridad del hombre y su libertad” que defendió el fundador de la Falange e ideario del Nacional Sindicalismo.
Ya lo decía el Trovador y Germán Coppini hace poco, “malos tiempos para la lírica”. O mejor, poco tiempo para la lírica. Porque entre estropicios de agenda económica (lo del americano ese, Madof, ha sido de cohetes), premios pro-derechos humanos, cada vez más extrahumanos, y cocteles para artistas (proSGAE, claro), no nos queda tiempo para los clásicos de ninguna materia. Si acaso para un poco de Google, porque está de moda, y nada de la Wiki.
Alguno me dirá que no se entiende esto … Pues es muy fácil, que vamos de culo cuesta abajo y sin frenos … también cultural y políticamente hablando. Que sería bueno encontrar un camino liderado por auténticos y correctos (o sea, lo contrario de corruptos) sabios de verdad. Que no necesitamos más gurús ni ministros, ni entendidos en videojuegos panolis, preocupados de medrar. Y que para hablar claro, lo único que se necesitan son palabras y no poses por muy vanguardistas que parezcan. En definitiva, no es bueno creerse todo lo que aparece y que es posible hacerse una idea bastante buena y completa de las cosas, con un poco de lectura. Tiene usted muchos medios, no me diga que no le da tiempo, que tenemos para casi todo. Salud y feliz lectura para una feliz navidad.
TAREAS DOMÉSTICAS
Hace 1 semana