viernes, enero 29, 2010

ALGUNAS VARIAS

OTRA DE PENSIONES

Hace unos meses (bueno casi un año ya), me dediqué a escribir sobre las pensiones. Bastante más gente de la que yo creía leyó el artículo de forma crítica (cosa buena) y me comentaban que no estaban de acuerdo …; ayer uno de ellos me comentó “c… (palabro habitual para referirse a alguien en confianza), tenías razón”. Mi respuesta, tras una sonrisa fue: “pues no quisiera yo …”. Pero se veía venir. Es inútil resistirse. En unos meses, nos tendremos que jubilar a los 67, aunque yo creo que se agrandará la cifra en años sucesivos, a no ser que … Que pasen muchas cosas, demasiadas como para esperar que suceda. Lo siento, entre otras razones porque no tendré mi sueldo jubilar, y si lo tengo será bastante por debajo de la mitad de lo que podría esperar de mi cotización habitual a papá estado. Lo que pasa es que hace años que tengo asumido que no cobraré mi jubilación, si es que llego, claro. No soy profeta. Leo. Y mi sentido crítico, gracias a Dios, no está anestesiado.

EUROPA DECADENTE

Visto el ambiente social que está produciendo la decrépita Europa, tampoco es conveniente hacerse muchas ilusiones de lo que puede esperarse de la política europea, capaz de ser lo más inoperante en la catástrofe haitiana y quejarse de que los americanos lleguen a salvar montones de vida de una manera efectiva. Cuando soldados europeos de la ONU apremiaban a bomberos españoles para que abandonasen a una pobre chica condenándola a la muerte, nadie se pone las manos en la cabeza. Si los americanos llegan con su poderío a ayudar (y allí no hay petróleo), es que son unos imperialistas. Triste, pobre, decadente, amoral Europa. La impotencia y la decadencia la expresó N. Sarkozy. Que malos los americanos, cuando los más cercanos a los haitianos eran ellos, los franceses. Que dejaron una tierra quemada y unos hombres esquilmados en su dignidad.

UNA DE SOLIDARIDAD

Tengo que reconocer que me han podido las imágenes de solidaridad mucho más que las de la tragedia. Un ejemplo lo publicaba el semanario ALBA, presentando a la pediatra Zilda Arns, que eligió vivir con los pobres y con ellos murió en el seísmo del 12 de enero en Haití. Y miles de ejemplos, desde bomberos voluntarios españoles y dominicanos, Médicos que no conocen Fronteras, trabajadores de Cáritas españolas, religiosos que refundarán sus escuelas, Manos Unidas haciendo del Atlántico un charquito, soldados y funcionarios brasileños que retoman la tierra ajena y sus hombres, como hermanos … Han sido tantos, que casi me reconcilian con la humanidad. Si no fuera por los tontos de siempre, los políticos, capaces de despoblar un avión de médicos y voluntarios para ir a hacerse la foto con la paleta ropa del coronel textil. Pero sigo creyendo que los hombres de buena voluntad tienen la paz.

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