Estamos en crisis. Y ahora que todo el mundo habla de ello, comentaba yo en mayo de 2006 (los que quieran si no coleccionan Crónicas de un Pueblo, pueden mirar en http://cememe.blogspot.com) que “se nos acaba el modelo”.
Normalmente, las civilizaciones cuando caen, comienzan con un colapso del modelo financiero y el nuestro ha dado el primer paso. Es verdad que todos están empeñados en salvar este “capitalismo” al que hay que renovar, o cambiar. Pero el final está claro … yo no espero cobrar mi pensión, que me cuesta todos los meses un recorte de lo que percibo. Y lo tengo tan claro, que no me enfado, porque he contribuido a ello.
Reclamo también la idea de ser “cabeza de ratón” que no “cola de león”, cuando tras la entrada en eso que llaman Comunidad Europea, nos cambiamos de moneda sin tener el tejido productivo adecuado, sin tener el poder que le atribuyeron a eso que era la salvación; igual que otros países, que se comportaron como nuevos ricos, tras la llegada al euro. Íbamos de viajes de compras a Nueva York, acordaos, no hace mucho más de un año. Olvidamos que podríamos haber sido la cabeza del ratón de los países hispanoamericanos y árabes, a los que por cultura historia y tradición, podríamos habernos acercado, que no alejarnos…
Se nos olvidó la tradición del ahorro, tan arraigado en nuestros abuelos, para meternos en la boca de la “inversión”, y se ha demostrado, que no se puede hacer eso sin tener unos buenos ahorros. Aquí todo el mundo ha invertido sin dinero, y cuando eso ocurre, es como creer en el cuento de Caperucita, la cegata. Decía que como nuevos ricos que no han sabido medir el contenido de lo que hacíamos y cuya máxima era “consumir” (uno de los últimos mensajes del gobierno actual, este verano).
Ahora se nos viene la “crisis”. Pero que nadie entienda que es una crisis económica, ni mucho menos, es una crisis del modelo, enfrentado con sus propias contradicciones. Y al parecer, no hay remedio, porque a nuestros representantes, de uno u otro signo solo se les ocurre una foto con los 8 o con los 20 (los anteriores lo hizo con las Azores). Vamos, que solo nos darán un margen, cada vez más estrecho, que no pasará de ocho o diez años, para que nuevamente vuelva a reventar el parche puesto sobre la bola, que ya nos encargaremos de inflar un poco más cada vez, hasta que estalle.
No os preocupéis, que llegaremos a ello, porque a nadie le interesa retomar su realidad …, cada vez estoy más convencido que nos gusta engañarnos a nosotros mismos, hasta que la realidad nos rompa las narices y lo que es peor, se la rompan a los más débiles que serán, como siempre, los que paguen el pato roto.
Mientras … No hay problema, “papá Estado” responde y el plástico del falso dinero, hasta que estalle. Que aproveche.
TAREAS DOMÉSTICAS
Hace 1 semana
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